viernes, 30 de marzo de 2012

MVLl: “Más información, menos conocimiento”


El escritor peruano Mario Vargas Llosa comienza su artículo con la experiencia singular de Nicholas Carr un escritor experto en nuevas tecnologías, que un día descubre que ha dejado de ser un “buen lector”, gracias a que un día empezó a usar una computadora y con ella Internet, por lo que él y su esposa deciden alejarse de la ciudad y la tecnología durante dos años para escribir su libro "Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?"

¿Cuántos podemos sentirnos identificados con Carr?, si recordamos nuestras épocas de colegio muchos de nosotros teníamos una amplia biblioteca en casa, donde más de una vez fuimos a rastras a buscar alguna tarea y donde al pasar de los minutos nos quedamos prendados habiendo descubierto algún libro, que luego no soltábamos, ni dormíamos hasta haberlo terminado, en mi caso “Cien años de soledad”.

Sin embargo eso ahora es cuento viejo, nuestros niños y sin ir muy lejos nosotros mismos ¿Cada cuanto tiempo leemos un buen libro?, y la respuesta consecuente para los defensores asèrrimos de la tecnologìa sería: “yo leo en Internet”, sin embargo leer en Internet es diferente, ya que sólo buscamos resúmenes,y corrección: “No leemos, escaneamos”, buscando las palabras en negrita o en azul, para luego saltar a algún hipervínculo”.

El nobel peruano continúa el artículo con el caso del profesor Joe O’Shea, filósofo de la Universidad de Florida, quien afirma: “Sentarse y leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. No es un buen uso de mi tiempo, ya que puedo tener toda la información que quiera con mayor rapidez a través de la Web. Cuando uno se vuelve un cazador experimentado en Internet, los libros son superfluos”. En respuesta a este pensamiento Vargas Llosa indica: “lo atroz de esta frase no es la afirmación final, sino que el filósofo de marras crea que uno lee libros sólo para “informarse”. Y no le falta razón al escritor, Internet nos da la posibilidad de saber un poco de todo, pero a la vez no saber mucho de nada.

Citando al autor de “Como pez en el agua”: “El libro de Carr es una reivindicación de las teorías del ahora olvidado Marshall McLuhan, a quien nadie hizo mucho caso cuando, hace más de medio siglo, aseguró que los medios no son nunca meros vehículos de un contenido, que ejercen una solapada influencia sobre éste, y que, a largo plazo, modifican nuestra manera de pensar y de actuar. McLuhan se refería sobre todo a la televisión, pero la argumentación del libro de Carr y los abundantes experimentos y testimonios que cita en su apoyo indican que semejante tesis alcanza una extraordinaria actualidad relacionada con el mundo del Internet”, al respecto hace algùn tiempo, una bebe generó furor en YouTube, en el video se puede ver a la pequeña tratando de cambiar las páginas de una revista arrastrando los dedos, como si se tratara de una tablet.

Parafraseando al autor: nadie puede negar que Internet es un avance casi milagroso, sin embargo, está comprobado científicamente (El erudito estudioso de los efectos del Internet en nuestro cerebro y en nuestras costumbres, Van Nimwegen, dedujo luego de uno de sus experimentos: que confiar a los ordenadores la solución de todos los problemas cognitivos reduce “la capacidad de nuestros cerebros para construir estructuras estables de conocimientos”. ) que cuando la memoria de una persona deja de ejercitarse porque para ello cuenta con el archivo infinito que pone a su alcance un ordenador, se entumece y debilita como los músculos que dejan de usarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario